por Lilliana Ramos Collado
Nunca me cuesta acercarme a un cuadro para escucharlo. Aprendí a pegar la oreja al óleo con Charles Baudelaire, que bien sabía, como lo sabemos sin saber que lo sabemos, que las artes son, en realidad buenas hermanas.
a través de Como la pintura, la poesía — Bodegón con Teclado